La principal aplicación de la cavitación es el tratamiento de grasa localizada y de la celulitis profunda. Mediante la utilización de ultrasonidos de baja frecuencia conseguimos reducir las zonas rebeldes o con tendencia a la acumulación de grasas como las cartucheras, interior de rodillas, abdomen, giba, etc., Con ella tratamos celulitis, ya sea adiposidad localizada, celulitis fibrosa o edematosa y conseguimos reducir el perímetro, re-esculpir el contorno y adelgazar la capa lípida. Una vez disuelta la grasa, pasará al torrente linfático y deben ser drenadas para que se expulsen al exterior, ese es el motivo por el que se requiere beber un mínimo de dos litros de agua repartido en varias tomas a lo largo del día para favorecer la expulsión.
Conseguimos, así, dos efectos:
Está indicada para grasas y celulitis de todo tipo. Debe ir siempre acompañada de un tratamiento de drenaje linfático o presoterapia, electroestimulación, etc.